En las historias narradas en la biblia hay encuentros increíbles con Dios y este es uno de ellos. Jacob se encontraba en un momento crucial para su vida y estaba a punto de tomar decisiones importantes, parecería que no tuviera tiempos para experimentar a Dios sin embargo en medio de su ajetreo y ocupación Dios lo encontró. A veces podemos encontrar excusas de falta de tiempo, o argumentar ‘motivos válidos’ para evitar pasar tiempo con Dios, pero es importante que recuerdes que Dios no se ofende y no te juzgará por evitar estar con Él. Siempre que decidas acercarte a Dios Él estará disponible. En este pasaje es muy interesante darte cuenta de que Dios está tan interesado en nosotros que a veces nos interrumpirá en momentos ‘inapropiados’ (para nosotros) con tal de dejarnos experimentarle y transformar nuestras vidas. Dios no se da por vencido con nosotros, Él siempre nos encontrará.
Oración:
Padre, gracias porque tú siempre estás disponible para mí. Ayúdame a estar disponible siempre para ti, no me dejes caer sólo en la rutina. Ayúdame a pasar tiempo contigo aún en medio de mi rutina y si tienes que interrumpirme, ayúdame a darme cuenta de que me estás buscando. En Cristo Jesús. Amén.
Ayuno:
El ayuno no es para “torcerle el brazo a Dios” o para que haga lo que queremos. El ayuno no cambia a Dios, sino que nos cambia a nosotros. El ayuno no solo es abstinencia de alimento, es darle el lugar a Dios, a su voluntad y a sus propósitos en mi vida, como el alimento espiritual que más necesitamos.
Génesis 28:10-22
10 Mientras tanto, Jacob salió de Beerseba y viajó hacia Harán. 11 A la caída del sol, llegó a un buen lugar para acampar, y se quedó allí a pasar la noche. Jacob encontró una piedra donde reposar su cabeza y se acostó a dormir. 12 Mientras dormía, soñó con una escalera que se extendía desde la tierra hasta el cielo, y vio a los ángeles de Dios que subían y bajaban por ella.
13 En la parte superior de la escalera estaba el Señor, quien le dijo: «Yo soy el Señor, Dios de tu abuelo Abraham, y Dios de tu padre Isaac. La tierra en la que estás acostado te pertenece. Te la entrego a ti y a tu descendencia. 14 ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Se esparcirán en todas las direcciones: hacia el oriente y el occidente, hacia el norte y el sur; y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. 15 Además, yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas. Llegará el día en que te traeré de regreso a esta tierra. No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido».
16 Entonces Jacob se despertó del sueño y dijo: «¡Ciertamente el Señor está en este lugar, y yo ni me di cuenta!»; 17 pero también tuvo temor y dijo: «¡Qué temible es este lugar! No es ni más ni menos que la casa de Dios, ¡la puerta misma del cielo!».
18 A la mañana siguiente, Jacob despertó muy temprano y erigió como columna conmemorativa la piedra en la que había reposado la cabeza y después derramó aceite de oliva sobre ella. 19 Llamó a aquel lugar Betel (que significa «casa de Dios»), aunque antes se llamaba Luz.
20 Luego Jacob hizo el siguiente voto: «Si Dios en verdad está conmigo y me protege en este viaje, y si él me provee de comida y de ropa, 21 y si yo regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor ciertamente será mi Dios. 22 Y esta piedra que levanté como columna conmemorativa será un lugar de adoración a Dios, y yo le daré a Dios una décima parte de todo lo que él me dé».
Comments