top of page
FondoAzul.jpg

No necesitas protocolos.

Actualizado: 16 ene

¿Alguna vez has estado en una situación en la que deseas algo, pero no sabes cómo pedirlo? Como cuando quieres unas vacaciones y no sabes cómo hacer la petición, o cuando quieres salir con tus amigos, pero piensas por horas las palabras correctas para pedir el permiso a tu papá o mamá. Muchos de nosotros hemos pasado por alguna situación parecida y vivir estas experiencias nos pueden llevar a pensar que nuestra relación con Dios funciona de la misma manera, quizá te has encontrado buscando las palabras correctas para acceder a Su presencia o para pedirle que te reconforte o ayude, pero escucha estas buenas noticias: No es necesaria ninguna estrategia. No necesitas protocolos ni palabras rebuscadas para acceder a la presencia de Dios, no existe un “paso a paso” para entrar a Su presencia. En Éxodo 33 vemos como Moisés fue totalmente abierto con Dios acerca de sus deseos, él dijo: Señor, si no vas Tú, nosotros tampoco y deseo poder ver tu gloria. Si bien Moisés era un hombre de Dios, cercano a Él… ¡Tú también lo eres!, por la sangre de Jesús eres una persona que ahora está cercana al corazón de Dios, Él te ha llamado Su amigo (Juan 15:3). Con Dios puedes ser tú mismo, desde el primer instante en que diriges tus palabras hacia Él, recordemos que de cualquier forma nada está oculto antes sus ojos, así que cada vez que queramos comenzar nuestro tiempo devocional o pedir ayuda de parte de Dios, comencemos con un corazón totalmente abierto y transparente. 


Oración: 


Padre, gracias por amarme como lo has hecho, gracias por llamarme tu hijo (a), porque me aceptas tal como soy y porque cualquier inquietud, deseo o carga que tenga la puedo expresar libremente delante de ti. Marca mi corazón con esta verdad, lo pido en el nombre de Jesús, Amén.


Ayuno:


Pensando en lo que dice Isaías 58:6, 7 (como leímos la semana pasada) quizás el ayuno que hoy puedes realizar es invitarle una comida a alguien de escasos recursos o que tú sabes que está pasando por una temporada difícil. Quizás puedes regalar algo de ropa, zapatos, uniformes o útiles escolares a alguna familia que conozcas y que está pasando por una temporada difícil.


Éxodo 33:12-23


12 Un día Moisés dijo al Señor: —Tú me has estado diciendo: “Lleva a este pueblo a la Tierra Prometida”. Pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. Me has dicho: “Yo te conozco por tu nombre y te miro con agrado”. 13 Si es cierto que me miras con buenos ojos, permíteme conocer tus caminos, para que pueda comprenderte más a fondo y siga gozando de tu favor. Y recuerda que esta nación es tu propio pueblo.


14 El Señor le respondió: —Yo mismo iré contigo, Moisés, y te daré descanso; todo te saldrá bien. 15 Entonces Moisés dijo: —Si tú mismo no vienes con nosotros, no nos hagas salir de este lugar. 16 ¿Cómo se sabrá que me miras con agrado—a mí y a tu pueblo—si no vienes con nosotros? Pues tu presencia con nosotros es la que nos separa—a tu pueblo y a mí—de todos los demás pueblos de la tierra.


17 El Señor contestó a Moisés: —Ciertamente haré lo que me pides, porque te miro con agrado y te conozco por tu nombre.18 Moisés respondió: —Te suplico que me muestres tu gloriosa presencia. 19 El Señor respondió: —Haré pasar delante de ti toda mi bondad y delante de ti proclamaré mi nombre, Yahveh.[a] Pues tendré misericordia de quien yo quiera y mostraré compasión con quien yo quiera. 20 Sin embargo, no podrás ver directamente mi rostro, porque nadie puede verme y seguir con vida.


21 El Señor siguió diciendo:—Párate cerca de mí, sobre esta roca. 22 Cuando pase mi gloriosa presencia, te esconderé en la grieta de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. 23 Después retiraré la mano y dejaré que me veas por detrás; pero no se verá mi rostro.


27 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page