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Escuchar a Dios.

Actualizado: 17 ene

¡Qué gran pasaje para iniciar esta temporada! Abraham es de los héroes de la fe más celebrados, pero no sólo porque escuchó la voz de Dios, sino porque le creyó. Es muy parecido a escuchar música, muchas veces podemos estar en la calle, en alguna tienda o espacio público donde hay música de fondo, y aunque estamos expuestos a dichos sonidos, oír no es sinónimo de escuchar. Cuando estamos escuchando y/o disfrutando una canción, es porque realmente queremos hacerlo, la escogemos, ajústanos el volumen, la repetimos y en muchas ocasiones hasta hemos llegado a cantarla o aun bailarla. Nuestra vida con Dios puede ser un caminar en donde solamente percibimos la voz de Dios como un ruido de fondo que aparece los domingos o podemos empezar a realmente ponerle atención y así como Abraham, creerle y experimentar la presencia de Dios a un nuevo nivel.


Oración


Padre, gracias porque tú siempre estás dispuesto a hablar conmigo. Ayúdame a darle prioridad a tu voz y poder creerte, aunque sea difícil por las circunstancias que me rodean; déjame disfrutar tu voz y permitir que esta cambie mi vida para bien. En Cristo Jesús. Amén. 


Ayuno


El ayuno o ayunar para el creyente se trata de un ejercicio espiritual. Es cuando un individuo o una comunidad se abstienen de consumir alimentos, aunque puede tomar otras formas. Como se explica en Isaías 58:6, 7. El propósito principal al ayunar es trabajar en los propósitos de Dios para mi vida


Génesis 12:1-9 NTV


12 El Señor le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti».


Entonces Abram partió como el Señor le había ordenado, y Lot fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó a su esposa Sarai, a su sobrino Lot, y todas sus posesiones—sus animales y todas las personas que había incorporado a los de su casa en Harán—y se dirigió a la tierra de Canaán. Cuando llegaron a Canaán, Abram atravesó la tierra hasta llegar a Siquem. Allí estableció el campamento, junto al roble de More. En aquel tiempo, los cananeos habitaban esa región.


Entonces el Señor se le apareció a Abram y le dijo: «Daré esta tierra a tu descendencia[a]». Y Abram edificó allí un altar y lo dedicó al Señor, quien se le había aparecido. Después Abram viajó hacia el sur y estableció el campamento en la zona montañosa, situada entre Betel al occidente, y Hai al oriente. Allí edificó otro altar y lo dedicó al Señor, y adoró al Señor. Entonces Abram continuó viajando por tramos en dirección sur, hacia el Neguev.

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