top of page

Friends nos mintio.

ree

En 1994 nació la serie Friends, esa comedia que muchos consideran la definición de lo que es tener "amigos de verdad". Yo tengo que confesar algo: nunca me gustó la idea principal de la serie. No la he visto completa, pero siempre me transmitió una visión de la amistad demasiado perfecta, demasiado ordenada. Investigando un poco descubrí que no estoy solo: muchos sociólogos y críticos de cultura coinciden en que Friends es una idealización de la amistad. Exagera, simplifica, y nos vende un modelo casi imposible de reproducir en la vida real.


Claro, debe haber personas que logran relaciones así, pero la pregunta que me queda es: ¿qué es realmente la amistad? Hollywood nos ha vendido que debe ser incondicional, mágica, siempre presente y con finales felices. Personalmente, creo que la amistad es mucho más compleja, y en algunos casos, un verdadero misterio que ocas personas llegan a experimentarla de forma profunda.


Me parece que la amistad no es lineal ni estática, sino cíclica. No siempre tendrás a las mismas personas en todas las temporadas de tu vida, y está bien. Muy pocos pueden decir que siguen siendo amigos de alguien desde la infancia. Quienes lo han logrado entendieron que la amistad cambia, que no se trata solo de lo que la otra persona me da, sino de cómo yo decido permanecer, perdonar y acompañar en cada temporada.


Recuerdo el primer día de diversificado cuando mi maestro guía nos dijo: “Aprovechen estos años, porque estas serán las últimas amistades "reales" que tendrán. En la universidad la gente será compañera, no amigos.” Doce años después, puedo decir que tenía razón. De la universidad recuerdo nombres, caras, proyectos, pero pocas amistades que hayan sobrevivido el tiempo y las etapas de la vida.


Creo que la amistad es más un ministerio que un sentimiento. El sabio más grande que ha escrito lo dijo: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo”. No es exigir que alguien esté para ti en cada crisis. Es dar, aunque no recibas. Es amar, aunque no seas correspondido. Y cuando sientes que diste y no recibiste nada, ahí es donde se prueba si realmente estabas amando como amigo o solo esperando una amistad de película.


Pienso en The Big Bang Theory, mi serie favorita. Sheldon Cooper, una persona narcisista, con su ego, su rigidez y su dificultad para empatizar, nunca cambia del todo. Sus amigos incluso amenazan con dejar de apoyarlo por su comportamiento, pero en el último episodio, cuando recibe el Premio Nobel, ahí están todos, sentados viéndolo, acompañándolo. Él les dice algo que, para mí, es la expresión más honesta de la amistad: “A mi manera, los amo.” Esa escena me impacta porque resume lo que significa ser amigo: elegir estar para el otro, aun cuando no lo merece, sin intentar cambiarlo, y mostrando lealtad sin esperar reconocimiento a cambio.


Para mí, la amistad es eso: tomar un café con alguien, reír de un chiste malo, tirarte al suelo a llorar junto a tu amigo cuando está destruido, abrazar, perdonar, seguir saliendo con él aunque olvide tu cumpleaños. Es tener conversaciones profundas aunque mañana esa persona no pregunte cómo estás. Es amar sin exigir nada a cambio. Es seguir eligiendo a esa persona, una y otra vez, incluso si no siempre te elige a ti.


La amistad sigue siendo un misterio. Muchos la idealizan, pocos se arriesgan a vivirla porque temen ser lastimados. Pero si nunca has sido herido por un amigo y aun así decidiste seguir caminando juntos, entonces no sabes lo que es realmente ser amigo. La amistad no es transaccional, no es esperar algo a cambio. Es un riesgo que vale la pena tomar.


Por eso creo que Friends nos mintió: no tendremos amigos viviendo en el mismo edificio y en el mismo café todos los días. Tendremos amigos que están ocupados ocho horas al día, que pasan horas en el tráfico, que tienen familia y compromisos. La verdadera amistad se vive en los minutos que quedan, en los espacios que buscamos, en el esfuerzo que hacemos para encontrarnos en medio de la vida.

Comentarios


bottom of page