Lectura Bíblica 2 Corintios 9:7-8 (NTV)"Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama a quien da con alegría. Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros."
Reflexión
La generosidad no se trata solo de dar dinero o cosas materiales; es una actitud del corazón. Dios nos llama a ser generosos porque reflejamos Su naturaleza cuando lo somos. Él no solo nos da lo que necesitamos, sino que lo hace con abundancia para que podamos bendecir a otros.
Vivir en generosidad abre las puertas para experimentar la provisión de Dios de maneras inesperadas. Cuando damos con alegría y sin reservas, nos convertimos en instrumentos de Su amor y cuidado para quienes nos rodean.
Hoy, pregúntate: ¿cómo puedes ser generoso con lo que Dios te ha dado? ¿A quién podrías bendecir hoy?
Acción Práctica
Piensa en alguien que podría necesitar ayuda, ánimo o un gesto de amor. Da un paso práctico de generosidad: puede ser un regalo, tu tiempo, o simplemente un acto de servicio que marque la diferencia en su día.
Oración
Señor, gracias por tu provisión constante en mi vida. Ayúdame a ser un canal de bendición y a reflejar tu generosidad con alegría. Que mi vida sea un testimonio de tu amor abundante. En el nombre de Jesús, amén.
Comments